Los trabajadores no querían políticos de ningún partido en su celebración, ni siquiera del Partido Libertad y Refundación que en otros años eran uno solo. El divorcio entre estos es claro.
Esta muestra masiva de participación no refleja la actualidad del sector trabajador y sindical hondureño, quienes viven sus horas más bajas; sin poder de negociación con el gobierno y con miles de despidos.
A pesar de la advertencia de los dirigentes sindicales que no permitirían la participación de políticos en la movilización, se hizo presente el expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, defendiéndose que el participa desde hace más de 20 años en estas protestas sindicales, pero en el acto principal a la hora de los discursos no se permitió ningún partido político ni representante de estos.
Lo evidente fue el apoyo al Gobierno del presidente Nicolás Maduro y al pueblo Venezolano que resiste las pretensiones golpistas de la comunidad internacional y la derecha de su país.
Los dirigentes no son respetados ni apoyados como en décadas anteriores, los despidos masivos, las cargas tributarias, el irrespeto a los derechos laborales socavan la confianza de los agremiados.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
mhn/hnb