“No consideramos que un grupo de trabajo aporte a una solución política definitiva y pacífica. Más aún cuando el país en cuestión, en este caso Nicaragua, ha rechazado la propuesta”, dijo la Cancillería en un comunicado.
El Gobierno guatemalteco también abogó por “buscar espacios de diálogo” con Nicaragua y así buscar una salida sostenible a la crisis, “sin injerencia externa”.
Llamó a todas las partes, tantos al Gobierno como a los sectores opositores, a participar en las negociaciones para abordar las vías para acabar con la violencia en el país centroamericano.
La OEA aprobó el jueves la creación de “un grupo de trabajo” para Nicaragua con el fin de apoyar el diálogo nacional y contribuir a la “búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles” para la crisis.
El viernes el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, rechazó la decisión de la OEA para el envío de un equipo de trabajo a su país y dejó claro que el ente debe respetar la soberanía de Nicaragua.
No consideramos que un grupo de trabajo aporte a una solución política definitiva y pacífica. Más aún cuando el país en cuestión, en este caso Nicaragua, ha rechazado la propuesta”, dijo la Cancillería de Guatemala en un comunicado.
Nicaragua enfrenta una ola de violencia desde mediados de abril que ha causado más de 300 muertos. El presidente del país, Daniel Ortega, argumenta que detrás de los enfrentamientos violentos existe una “conspiración”, impulsada por grupos apoyados por EE.UU. y el narcotráfico.
Las protestas violentas contra el Ejecutivo comenzaron en rechazo a un proyecto de ley de seguridad social. Aunque esa ley fue derogada, continuaron los disturbios, desoyendo los llamamientos al diálogo del Gobierno.
El presidente de Nicaragua dijo el martes pasado que si la gente lo decide, es posible realizar un referendo para adelantar elecciones, como una salida a la crisis que enfrenta el país.
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