El presidente de Francia, Emmanuel Macron, apoyó hace unos días la intensificación del enfrentamiento contra el Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá), afirmando que París “continuará garantizando la estabilidad en Siria y el Líbano”.
Amar al-Musawi, jefe de relaciones árabes e internacionales de Hezbolá emitió el viernes un comunicado en el que afirmó que las palabras de Macron “generan serias preocupaciones y muchos signos de interrogación”.
Acusó al presidente francés de adoptar un tono agresivo e incomprensible, y cuestionó las verdaderas intenciones detrás de tales declaraciones “hostiles e infundadas”, alertando de un “intento por encubrir los fracasos de Francia como garante del acuerdo de alto el fuego con Israel”.
Agregó, en el mismo sentido, que París ha permanecido la mayor parte en silencio ante más de 3000 violaciones por parte del régimen de Israel desde el 27 de noviembre.
“¿Cuáles son las tareas que Macron pretende llevar a cabo? ¿Está realmente interesado en la estabilidad de Siria y Líbano, o se trata de un gesto de apaciguamiento dirigido a ciertos poderes regionales?”, cuestionó Al-Musawi.
Macron lanzó esa retórica en una reunión con el presidente de facto de Siria, Abu Muhamad al-Golani, en relación con recientes enfrentamientos intensos entre las fuerzas libanesas y sirias, que según el Ministerio de Salud del Líbano, resultaron en la muerte de siete ciudadanos libaneses.
Anteriormente, Hezbolá había emitido un comunicado en el que afirmaba que ciertos sectores insisten en vincular el nombre de Hezbolá con los acontecimientos en Siria, acusando al movimiento de estar involucrado en los enfrentamientos en curso en ese país levantino.
Hezbolá subrayó que rechaza de manera clara y categórica esas acusaciones infundadas.
tqi/ncl