El 25 de abril de cada año se recuerda el aniversario del fracaso de la misión del Ejército estadounidense en territorio iraní, una humillación sin igual para Washington.
La misión, que incluía a todas las fuerzas armadas de Estados Unidos y que contaba con el respaldo de varios Estados árabes aliados de Washington y de grupos antirrevolucionarios de Irán, tenía como objetivo liberar a un grupo de diplomáticos norteamericanos detenidos en Teherán por cargos de espionaje.
En abril de 1980, un año después de la victoria de la Revolución Islámica, 90 efectivos del Ejército estadounidense a bordo de seis aviones C-130 Hércules y ocho helicópteros debían llevar a cabo dicha misión, pero una tormenta de arena en el desierto de Tabas acabó con sus naves.




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