“Le dije muy claramente al negociador de la Unión Europea que los estadounidenses no obtendrán ningún resultado con su lenguaje amenazante, a menos que aprendan a hablar con respeto a la gran nación iraní, y si continúan con su actitud, esto no será interpretado como un mensaje constructivo por el nuevo Gobierno de Irán. Necesitan revisar una vez más los resultados que han obtenido mediante este comportamiento”, subrayó Husein Amir Abdolahian en una entrevista con la radiotelevisión iraní, IRIB.
En alusión a las conversaciones de Viena, capital austriaca, y su reanudación tras la juramentación del nuevo Ejecutivo de la República Islámica, Amir Abdolahian criticó a Washington por sus comentarios y reiteradas amenazas a Irán en lo relativo a las conversaciones nucleares.
“Este es el primer error que han cometido los estadounidenses. A veces, ofrecen entrevistas en las que dicen, si Irán no dialoga en Viena tendrá que afrontar otras opciones que tenemos sobre la mesa. Palabras que repiten y no se cansan de hacerlo”, matizó.
Según el nuevo canciller, Teherán lo ha dejado muy claro y siempre ha dado la bienvenida a los diálogos que se rijan por la lógica. “Ciertamente, no buscamos escapar de la mesa de negociaciones. Pero, un punto muy importante es que el decimotercer Gobierno iraní considera las negociaciones como tal, siempre que traigan consigo logros tangibles y beneficiosos para el pueblo persa”, puntualizó.
En este sentido, precisó que la contraparte realmente debería cambiar su enfoque en las negociaciones, ya que, a su juicio, nadie acepta el enfoque de la pérdida de tiempo. La negociación es una de las herramientas de la diplomacia, dijo, y esperamos que sucedan cosas buenas y que la contraparte participe con lógica y no con mensajes destructivos.
Con respecto a la próxima ronda de conversaciones, el titular iraní aseguró que la contraparte entiende que tomará un proceso de dos o tres meses para que el Ejecutivo del presidente Seyed Ebrahim Raisi se establezca y planifique cualquier decisión que vaya a tomar al respecto.
Tras su salida del convenio —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, hace tres años, EE.UU. reimpuso todos los embargos que se habían levantado en virtud del pacto firmado en 2015, e impulsó una campaña de “máxima presión” para obligar a la República Islámica a sentarse a la mesa del diálogo y rehacer uno nuevo.
Por su parte, Teherán, en respuesta, empezó a reducir de forma gradual sus compromisos, en virtud de los artículos 26 y 36 del PIAC, asegurando que, si EE.UU. levanta todas las sanciones, volverá a revertir los pasos correctivos en el marco del acuerdo nuclear.
Asimismo, las autoridades iraníes reiteran que cualquier regreso de Washington al acuerdo nuclear con Irán pasa, primero, por el levantamiento de todos los embargos, rechazando una y otra vez cualquier concesión más allá del aludido convenio.
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