La semana pasada, el Senado de EE.UU. aprobó, por unanimidad, la prolongación, durante otros diez años, de una serie de sanciones contra Irán, en vigor desde 1996. Esto ha levantado una ola de denuncias y protestas en Irán, ya que estas sanciones, que necesitan la rúbrica del presidente estadounidense, Barack Obama, para convertirse en ley, violan al menos dos artículos del acuerdo nuclear.
La ley de 1996 impone sanciones al sector energético, lo que va en contra de los artículos del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado el 14 de julio de 2015 en Viena (Austria), con el Grupo 5+1. Según el artículo 26, tanto la Unión Europea (UE) como Estados Unidos se comprometieron a no aprobar ni implementar nuevas sanciones contra Irán. Además, el artículo 29 prohíbe tanto a la UE como a EE.UU. introducir leyes u órdenes que afecten a la normalización de las relaciones comerciales con el país.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y los miembros del Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, China, el Reino Unido y Rusia, más Alemania), hasta el momento, Irán ha cumplido con todos sus compromisos en el acuerdo nuclear, pero la prolongación de las sanciones antiraníes podría terminar con un acuerdo que es internacional.
La República Islámica de Irán considera una flagrante violación del acuerdo nuclear, la prolongación de las sanciones en su contra por parte del Congreso de Estados Unidos. Al mismo tiempo avisa que dará a conocer un paquete de medidas para contrarrestar dicha violación de lo pactado.
Ali Gudarzi, Teherán.
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