El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, avisó el martes al premier británico, Rishi Sunak, que la iniciativa que su Gabinete había planteado para deportar a migrantes indocumentados que lleguen a través del Canal de la Mancha, viola las leyes internacionales, ya que “contravendría las obligaciones del Reino Unido en virtud del derecho internacional y los refugiados”.
“Estoy profundamente preocupado por esta legislación, que permitiría a las autoridades británicas detener y expulsar a aquellos que entren en Reino Unido en pequeñas embarcaciones a través del Canal de la Mancha, prohibiéndoles futuras reentradas e incluso peticionar ciudadanía británica”, apostilló Türk, mediante un comunicado.
Hace una semana, ante la Cámara de los Comunes, la ministra del Interior, Suella Braverman, justificó que la ley que otorgaría al Gobierno nuevos poderes para frenar la llegada de pateras que alcanzan el Reino Unido.
Si bien el plan “empujará los límites de la legislación internacional”, es “necesaria para solucionar esta crisis”. El punto es “frenar la llegada de pateras” que alcanzan el Reino Unido, ya que infringen de manera flagrante la legislación nacional y la voluntad de los británicos, reiteró.
Ley de Sunak busca el fin del derecho al asilo en el Reino Unido
Hace dos meses, Sunak prometió que “cualquier persona que entrara al país ilegalmente sería detenida y expulsada con rapidez”, a partir de allí enarbola la ley para frenar la llegada de migrantes irregulares en pateras.
Para Türk, el plan del premier británico vulnera el derecho a una valoración individual de cada caso, se lleva por delante la prohibición de las expulsiones colectivas y allana el terreno para detención arbitraria de migrantes.
Uno de los puntos más controvertidos es que el plan contempla la deportación de los migrantes que lleguen a través del Canal de La Mancha, a lugares que Londres califica de “países seguros”, como Ruanda.
Además, “se fijará un tope anual”, determinado por el Parlamento, de personas a las que se les concede el estatus de refugiado.
Otro peligro es que aunque deberán pasar meses para que este proyecto se convierta en ley, se prevé que su aplicación se efectúe de manera retroactiva, con lo que cualquier migrante que desde hoy mismo llegue al Reino Unido por un canal ilegal podrá ser deportado cuando la legislación entre en vigor.
El pasado año, más de 45 000 personas entraron al país cruzando en botes pequeños el Canal de la Mancha, un aumento de unas 300 frente a las cifras de 2018, lo que ha añadido presión al Ejecutivo para adoptar medidas con las que atajar el problema.
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