“Este martirio tiene resultados muy grandes y nuestra respuesta al enemigo será […] significativa e impactante”, subrayó el viernes el sheij Naim Qasem, el líder adjunto del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), en una entrevista con la cadena local Al-Manar TV.
Señaló que Hezbolá tiene “preparada” la contraofensiva y confía en ganar la batalla contra Israel. “Tenemos el derecho y el deber de luchar contra el eje del mal, y ciertamente venceremos”, sostuvo.
Hizo hincapié en que el asesinato de líderes de la Resistencia, incluidos Shukr e Ismail Haniya, jefe político del movimiento palestino HAMAS, por Israel, no hace más que “fortalecer la determinación y la unidad” de los grupos de la Resistencia en la región para combatir al enemigo.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, el sheij Ali Damush, aseguró el viernes que la destrucción de Israel será inevitable. “No importa cuántas capacidades y recursos militares tenga el régimen ocupante, ni cuánto intensifique sus agresiones y continúe con sus crímenes, no podrá escapar de su destino inevitable, que es la destrucción”, afirmó.
Damush fustigó a Israel por “cruzar las líneas rojas y salirse de las reglas de enfrentamiento” al atacar el martes un edificio residencial en los suburbios de Beirut que dejó siete muertos, entre ellos el comandante Shukr.
En este sentido, el responsable de Hezbolá indicó que la respuesta de la Resistencia, “será proporcional a este crimen y estará fuera de las reglas de enfrentamiento”, y advirtió de que “el enemigo debe esperar un castigo severo”.
El líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, advirtió el jueves que la lucha contra el enemigo israelí había entrado en “una nueva fase” después del asesinato selectivo de los líderes de la Resistencia. Israel había “cruzado líneas rojas” en los asesinatos y debía esperar “rabia y venganza en todos los frentes”, alertó.
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