Las fuerzas de guerra israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) creen que la Fuerza Radwan (también de élite) del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) tratará de infiltrarse en los territorios ocupados en las primeras fases de una futura guerra y pintar un retrato de la victoria a través de plantar la bandera del Movimiento sobre una comunidad israelí o sobre un puesto de avanzada a lo largo de la frontera, ha informado este domingo el portal israelí Ynet News.
Las capacidades de Hezbolá han desarrollado, ha recalcado un funcionario de alto rango de IDF, añadiendo que las fuerzas israelíes cambiarán su tácticas y, en este contexto, llevarán a cabo una serie de maniobras militares para hacer frente a los combatientes bien preparados de Hezbolá.
Durante las últimas semanas, las fuerzas de guerra del régimen han llevado a cabo varios ejercicios militares para reforzar los cambios en la doctrina militar en la lucha contra Hezbolá. Por ejemplo, las fuerzas de la brigada Nahal realizaron una simulación de guerra defensiva en el norte de los territorios ocupados.
Mostrar a Hezbolá como un “Movimiento belicista” se ha convertido en la principal doctrina del régimen de Tel Aviv. Uno de los objetivos de esta estrategia es allanar el camino de llevar a cabo otra ofensiva contra la Resistencia a fines de garantizar su ocupación, según los analistas.
Funcionarios de la inteligencia israelí también han advertido en varias ocasiones de que Hezbolá podría sorprender a Israel con un ataque masivo en represalia por los crímenes cometidos por dicho régimen contra los pueblos de Palestina y El Líbano.
El régimen de Tel Aviv ha violado dos veces la soberanía de El Líbano. La primera ofensiva, conocida como la Primera Guerra de El Líbano, fue un conflicto armado que comenzó el 6 de junio de 1982 cuando las fuerzas israelíes invadieron el sur del país árabe bajo el pretexto de expulsar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de dicho país. La guerra acabó con la victoria de Beirut, apoyado por Hezbolá, y la derrota estratégica de Israel.
En la segunda ofensiva, registrada el 12 de julio de 2006, el régimen de Tel Aviv, so pretexto de liberar a dos de sus soldados, lanzó amplios ataques desde tierra, aire y mar contra el territorio libanés (una ofensiva conocida como Guerra de los 33 Días). No obstante, gracias a la resistencia de Hezbolá, el régimen israelí se vio obligado a retirarse con las manos vacías.
El secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrolá, ha asegurado en reiteradas ocasiones que en caso de una nueva agresión israelí contra el país árabe, sin duda alguna, los combatientes de Hezbolá saldrán victoriosos.
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