La agenda de la reunión, que durará dos días y contará con la participación de monarcas y jefes de Estado y de Gobierno de ambas partes, incluye las preocupaciones europeas sobre la migración desde África y Oriente Medio, así como las esperanzas de los países árabes de aumentar la inversión.
No obstante, los conflictos regionales y la lucha antiterrorista ocuparán un espacio predominante. De hecho, los europeos y los árabes temen que el colapso del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tanto en Irak como en Siria, por haber sufrido duros reveses militares a manos de las Fuerzas Armadas de ambos países, pudiera haber desembocado en la creación de pequeñas células listas para perpetrar atentados en Europa y Oriente Medio.
En los últimos años, y con la aparición de nuevas zonas de crisis y guerra en el mundo, como puedan ser Siria e Irak, el número de migrantes que viajan hacia los países europeos ha aumentado de forma exponencial. También se han multiplicado el racismo y las hostilidades hacia los migrantes en los países de destino, por eso hay cada vez más resistencia a permitir su ingreso en dichos Estados.
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