Un sondeo realizado conjuntamente por la agencia Associated Press y la compañía de investigación GfK, publicado este miércoles, muestra que el número de los estadounidenses partidarios de reforzar las leyes de posesión de armas ha aumentado hasta alcanzar el 58 % —6 % más que en 2013—, mientras que un 27 % son partidarios de que las leyes se dejen como están y el 12 % querría rebajarlas.
El sondeo indica que, a pesar de este repunte en el apoyo a tener un mayor control sobre las armas, se mantiene la división sobre el asunto, siguiendo líneas de fractura por tendencias partidistas, ubicación geográfica y sexo, entre otras cosas. 8 de cada 10 demócratas están a favor de un mayor control y 6 de cada 10 republicanos prefieren dejar las leyes como están o hacerlas más flexibles.
La polémica sobre el control de armas se ha visto reavivada tras una racha de matanzas; dos semanas antes de la realización de este estudio, se produjo una de ellas en una universidad de Oregón (oeste) que dejó un saldo de 15 víctimas mortales. El nuevo estudio indica que, a pesar de que tras estos sucesos se registra un aumento general en el apoyo a las leyes sobre tenencia de armas, estas tienden a disminuir a medida que transcurre el tiempo.
Lo que no ha cambiado desde hace dos años, según el informe, es el porcentaje de estadounidenses que viven en un hogar donde al menos una persona posee un arma de fuego —alrededor de un tercio—. Casi la mitad de los republicanos viven en hogares con un arma de fuego, en comparación con menos de un tercio de los demócratas o apartidistas.

El de Oregón y otros casos recientes han reavivado el tema de la tenencia de armas, llevándolo al debate nacional y a la campaña electoral estadounidense, en particular a la contienda interna del Partido Demócrata.
La candidata Hillary Clinton —quien acusa a los republicanos de ser sumisos ante la industria de fabricantes de armas— ha prometido que, si es elegida presidenta, actuará para que se realicen investigaciones de antecedentes policiales más estrictas sobre los compradores de armas.
El presidente, Barack Obama, ha prometido usar su influencia para presionar a los legisladores y que aprueben leyes más estrictas, aunque ahora, cuando los republicanos controlan ambas Cámaras del Congreso, le será difícil conseguirlo.
En lo que va de 2015, al menos 10.886 personas han muerto y 22.126 han resultado heridas como consecuencia de la violencia armada en EE.UU., según un balance de la organización Gun Violence Archive (GVA).
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