La decisión fue emitida por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en un cable fechado el martes que se envió a las embajadas y consulados del país norteamericano de todo el mundo, instruyendo no procesar “ninguna visa de estudiante o de intercambio adicional”, mientras la Administración del presidente Donald Trump amplía la verificación de las redes sociales de los solicitantes.
El documento precisa que el Departamento de Estaod “prevé publicar directrices sobre la ampliación de la revisión de las redes sociales para todas esas solicitudes” y sugiere que la suspensión podría ser breve porque las embajadas recibirán nuevas orientaciones en los “próximos días”.
De esta forma, las autoridades estadounidenses intentan “asegurarse” de que las personas que entran en EE.UU. “entiendan lo que es la ley” y “no tengan intenciones criminales”, dijo al respecto la portavoz del jefe de la diplomacia estadounidense, Tammy Bruce.
En marzo, Rubio confirmó la cancelación de más de 300 visas a estudiantes, como parte de la cacería desatada por Washington contra académicos y universidades que han condenado el genocidio en Gaza.
La orden de Rubio sigue a otra del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. que prohibió a la Universidad de Harvard matricular a estudiantes extranjeros; una medida condenada poco después por países como China.
La cruzada contra la Universidad de Harvard ha incluido cancelaciones de fondos por parte de la Casa Blanca; lo que fue respondido con una demanda.
Considerando que miles de chinos estudian en EE.UU., Pekín instó a Washington a respetar “los derechos e intereses legítimos de los estudiantes internacionales”, según declaró el miércoles la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning.
Por su parte, naciones como Japón han pedido a sus universidades que aumenten el cupo para solicitantes internacionales, al tiempo que usuarios de redes sociales criticaron la medida, calificándola de un intento de silenciar las críticas a Israel.
Tras su llegada al poder en enero pasado, el presidente Donald Trump inició una agresiva cruzada contra estudiantes, docentes y universidades estadounidenses que se hayan pronunciado, mediante protestas o actividades académicas, contra las atrocidades de Israel en la Franja de Gaza.
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