La nueva ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania, que incluye una variedad de drones suicidas y el nuevo sistema de lanzamiento de cohetes VAMPIRE asciende a 1,3 mil millones de dólares y se dará a conocer esta semana, informó el martes la agencia británica de noticias Reuters, citando a dos funcionarios estadounidenses.
El paquete de armas no informado anteriormente contiene, además de VAMPIRE, sistemas de defensa antiaérea, otros sistemas contra drones, radares y municiones.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha firmado un contrato con la empresa estadounidense L3Harris Technologies para la producción de sistemas móviles de misiles VAMPIRE para Ucrania.
VAMPIRE es un sistema portátil que puede montarse en camionetas para lanzar misiles de 70 mm de alta precisión. El lanzador cuenta con cuatro misiles y un sistema de puntería guiado por láser APKWS del tipo L3Harris.
Estados Unidos está utilizando fondos en su programa Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI, por sus siglas en inglés), que permite que la Administración del presidente Joe Biden compre armas de la industria en lugar de retirarlas de sus existencias de armas.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, enfatizó en un discurso el martes que Washington hará todo lo posible para proporcionar los sistemas de defensa aérea y las municiones que necesita Ucrania.
Washington también anunció recientemente su intención de enviar las infames municiones de racimo a Ucrania en una decisión controvertida. El alto general ucraniano, Oleksandr Tarnavsky, comandante de la Operación de las Fuerzas Conjuntas de Tavria, en una entrevista concedida el jueves a la cadena estadounidense CNN, confirmó que Kiev ya ha recibido las polémicas municiones de racimo de EE.UU.
Al mismo tiempo, este comandante ucraniano reconoció la lentitud del progreso del contraataque de las fuerzas ucranianas, iniciado el 4 de junio, y pronosticó que la ofensiva en cuestión no logrará resultados rápidos.
Washington anunció el 7 de julio un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania por valor de 800 millones de dólares, que incluía bombas convencionales mejoradas de doble propósito (DPICM), también conocidas como bombas de racimo.
A pesar de la enorme ayuda occidental a Ucrania, los medios occidentales anunciaron recientemente que en las dos primeras semanas del contraataque de Ucrania contra Rusia, al menos el 20 % de las armas que Kiev había enviado al campo de batalla fueron destruidas.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, precisó el 12 de julio a los periodistas que, desde el inicio de la contraofensiva ucraniana, las fuerzas armadas de Kiev han perdido más de 26 000 soldados y más de 3000 equipos militares.
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