Sin embargo, cerca de 9 millones de trabajadores ya han perdido esos pagos de beneficios semanales. A esta cifra se suman otros 2.1 millones de personas que perderán un pago de desempleo suplementario federal que equivale a 300 dólares por semana.
Ante esta coyuntura, muchos estados han pedido al Congreso que venga al rescate de estas personas.
En los últimos meses, el país norteamericano ha experimentado su crecimiento laboral más lento. El Departamento de Trabajo dijo hace pocos días que todavía hay 5.7 millones de empleos menos que antes de que estallará la pandemia.
Parece que, con el aumento de casos de la COVID-19 y sus variantes, el desempleo está muy por encima de los niveles pre-pandemia y la crisis en EE.UU. está lejos de terminar.
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