Según informó el jueves el portal Al-Monitor, el Centro Comunitario Palestino Americano (PACC, por sus siglas en inglés), ubicado en el estado nororiental de Nueva Jersey, recibió el miércoles una serie de amenazas anónimas por teléfono.
Desde el centro comunitario se asegura que una persona llamó, identificándose como un judío estadounidense, y advirtió al personal de origen palestino de que “debería regresar a su lugar de origen”, incluso amenazó con agredir sexualmente a las empleadas de la citada instalación.
Tras salir a la luz la noticia, dos legisladores del Partido Demócrata expresaron su solidaridad con el personal del centro, condenando las amenazas por su contenido violento e inaceptable.
“No hay excusa o justificación para amenazar y aterrorizar a nuestros vecinos palestino-estadounidenses”, escribió Twitter Bob Menendez, senador demócrata por el estado de Nueva Jersey.
En otro tuit, Rashida Tlaib, representante por el estado de Míchigan y una firme defensora de la causa palestina, también condenó la amenaza y compartió que en un tiempo atrás había visitado el PACC.
“Los programas juveniles más culturales ayudan a que la creciente comunidad árabe prospere. Es difícil ver que este centro sea atacado violentamente”, subrayó.
I have personally visited the families and volunteers at the @PACCUSA in New Jersey. The youth + cultural programs help the growing Arab community there thrive. It's hard to see this center being violently targeted.
— Rashida Tlaib (@RashidaTlaib) June 2, 2021
The "death to Arab" mobs must be condemned here and abroad. https://t.co/yoj314Tczv
La amenaza contra este centro comunitario dirigido por ciudadanos estadounidenses-palestinos se produce en el marco de la reciente escalada de tensiones que se registró en los territorios ocupados por el régimen de Israel.
Del 10 al 21 de mayo, el mundo fue testigo de otra escalada en la ofensiva militar de Israel contra la asediada Franja de Gaza. En esta ocasión, las tensiones surgieron a raíz de masivas protestas por las políticas represivas del régimen israelí contra los palestinos en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), así como por la orden de desalojar a las familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah, en la referida urbe.
Al menos 253 palestinos, incluyendo 66 niños, perdieron la vida en el enclave palestino como consecuencia de los ataques perpetrados por el régimen de Tel Aviv, tal como reporta el Ministerio palestino de Salud.
Ante esta brutal violencia perpetrada por las fuerzas israelíes, el pueblo estadounidense, secundado por alguno de sus legisladores, mostró su rechazo a tales agresiones en masivas manifestaciones en las principales ciudades del país norteamericano y exigiendo, en paralelo, el fin de apoyo militar económico de Washington al régimen de Tel Aviv.
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