El sábado, el diario estadounidense The Washington Post reveló que el Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, sopesa realizar la primera prueba nuclear del país norteamericano en casi 30 años.
En reacción, Lassina Zerbo, secretario ejecutivo del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN), advirtió el jueves que el plan de Washington conllevaría un “grave desafío para la paz y la seguridad mundiales”.
“Cualquier acción o actividad de cualquier país que viole la norma internacional contra las pruebas nucleares, respaldada por el TPCEN, constituiría un grave desafío para el régimen de no proliferación nuclear y desarme, así como para la paz y la seguridad mundiales”, agregó, en declaraciones ofrecidas al diario británico The Guardian.
Por su parte, el aspirante demócrata a la Casa Blanca Joe Biden calificó el mismo jueves de “imprudente” la posibilidad de que la Administración Trump reanude las pruebas de armas nucleares. “No hemos probado un dispositivo desde 1992; no necesitamos hacerlo ahora”, indicó.
El Gobierno estadounidense firmó el TPCEN en 1996, pero el Senado votó en contra de ratificarlo. El tratado ha sido firmado y ratificado por 168 Estados, pero no entrará en vigor hasta que EE.UU., China, el régimen de Israel y Egipto lo ratifiquen.
Conforme advierten varios expertos, la Administración Trump está destruyendo los logros alcanzados a nivel mundial sobre la no proliferación de armas nucleares, invirtiendo ingentes fondos en la modernización y la reconstrucción del arsenal nuclear de EE.UU. y, ahora, pretendiendo realizar primera prueba nuclear del país tras décadas.
- Rusia advierte de alta posibilidad de que EEUU use armas nucleares
- EEUU intenta ganarles a Rusia y China la carrera nuclear
Es más, el magnate republicano ya ha sacado a EE.UU. del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), firmado en 1987 entre Washington y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
fmk/ktg/nsr/mrg