Representantes de nueve países, incluidos Irán, Rusia, China, Siria, Venezuela, Cuba, Zimbabwe, Corea del Norte y Nicaragua, han escrito una carta al ACNUDH exigiendo el fin de las sanciones estadounidenses.
Conforme el documento, la comisión debería tomar iniciativas de inmediato para poner fin a las limitaciones, que han puesto en peligro la vida de millones de personas en estos países.
Los signatarios de dicha carta también han enfatizado que las restricciones financieras, bancarias y las sanciones económicas han impedido que los países accedan a sus ingresos.
En este sentido, el 26 de marzo de este año, las misiones diplomáticas de estos mismos países enviaron en una carta conjunta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instándole a levantar las sanciones unilaterales de Washington, y advirtieron sobre el “impacto destructivo” de los embargos en los esfuerzos internacionales destinados a contener el virus mortal conocido como COVID-19.
Bajo tal coyuntura, y cuando todo el mundo está combatiendo contra la pandemia letal, son varios los países, incluido Irán, Venezuela y Cuba, los que están sujetos a los embargos contra la humanidad de EE.UU.; terrorismo médico de Washington a Teherán y Caracas ha obstaculizado la importación de los fármacos y equipos necesarios.
En esta misma línea, el país persa ha denunciado una y otra vez que las medidas estadounidenses contra Teherán, criticando que tales embargos son claramente un crimen de lesa humanidad.
A pesar de las advertencias y críticas de varias organizaciones internacionales y diferentes países, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que Washington no tiene “responsabilidad moral” para levantar las sanciones antiraníes si Irán no lo solicita en su lucha contra el COVID-19.
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