Esta información causó preocupaciones sobre el destino de estos menores, y los usuarios de las redes sociales mostraron su indignación y siguieron el tema con #wherearethechildren (¿Dónde están los niños?).
La opinión pública al respecto presionó al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS, por sus siglas en inglés) a explicar en varias ocasiones, tanto en entrevistas como en audiencia del Senado, cómo “ha perdido el rastro” de estos niños.
Mientras el HHS sigue insistiendo que estos 1475 niños “no desaparecieron” sino que se les perdió su rastro, la gente no convencida le considere responsable por no haber podido proteger a estos niños, muchos de los cuales fueron separados de sus familias por el Gobierno estadounidense.
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