Al menos diez estudiantes fueron arrestados por la policía del Capitolio tras protagonizar un acto de desobediencia civil en la puerta de la oficina del senador republicano Mitch McConnell.
A tres semanas de la masacre en una escuela de Florida, los estudiantes siguen a la cabeza de las movilizaciones que buscan presionar a los políticos por la aprobación de leyes más estrictas de control en la venta de armas.
Ante la ausencia de propuestas serias y viables en el Congreso, varias legislaturas estatales, presentaron diversos proyectos de ley sobre el tema; a diferencia del Gobierno Federal que a través de la Administración tuviera que retroceder después de las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, en las que amenazó ir en contra de los intereses de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Para algunos analistas, a diferencia de los políticos, la verdadera presión a la NRA surge del sector empresarial a raíz de la coyuntura actual.
El movimiento estudiantil demanda entre otras cosas, la prohibición de venta de armas de guerra, medidas de chequeo de antecedentes, la prohibición de cartucheras de alta capacidad.
El ímpetu inicial del debate sobre control de armas se ha disipado, la Casa Blanca no ha vuelto a pronunciarse al respecto y se diluyen las expectativas de que a nivel federal, el congreso, pueda endurecer leyes. Todo, debido a la influencia de la NRA.
Alfredo Miranda, Washington.
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