Trump hizo estas declaraciones durante una reunión el pasado 19 de septiembre en Nueva York (EE.UU.), con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, con quien abordó el proceso de paz israelí-palestino.
En la cita de 15 minutos, el magnate neoyorquino aseguró a Guterres que “los dos líderes (Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás) eran problemáticos” pero “Netanyahu representaba un problema mayor”, informaron el jueves los medios israelíes.
Trump comentó a Guterres que el presidente palestino es muy viejo y necesita dejar un legado. Netanyahu, por el contrario, entiende que jamás habrá un presidente estadounidense más sensible hacia las necesidades de seguridad de Israel, dijo el mandatario estadounidense, además de indicar que el premier israelí sería el más difícil de persuadir.
El día 18 de septiembre, Trump se reunió con Netanyahu al margen de la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU). Allí sorprendió a Netanyahu cuando, en una rueda de prensa conjunta antes de la cita, se centró en el conflicto israelí-palestino, en lugar de abordar el caso nuclear iraní, como lo esperaba el premier israelí.
Fuentes palestinas han asegurado que Estados Unidos ha pedido algunas semanas más para elaborar una propuesta concreta que avance hacía la paz entre israelíes y palestinos. No obstante, incluso los enviados de Trump para Oriente Medio — como su yerno, Jared Kushner— no ven una salida dialogada a la crisis.
Asimismo, la tendencia proisraelí y parcial del yerno judío de Trump, además de la inquebrantable alianza del jefe de Estado estadounidense con Netanyahu, bloquean cualquier avance en el proceso, paralizado desde hace más de tres años.
Desde la llegada al poder de Trump, en enero de 2017, el gabinete de Netanyahu ha intensificado la edificación de los asentamientos ilegales en los territorios palestinos, lo que se considera un verdadero obstáculo en cualquier posibilidad de paz.
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