Trump continúa poniéndose a la comunidad latina de EE.UU. en su contra. Tras su reciente y duro discurso, en el que dio detalles de la construcción de un muro antinmigrante en la frontera con México, catalogó a los inmigrantes latinos de delincuentes.
Tras la promesa de, literalmente, blindar a EE.UU. de la inmigración ilegal, sectores latinos al interior de su partido que lo apoyaban, comenzaron a “desmarcarse” y quitarle su apoyo.
Según activistas, la retórica de Donald Trump ha despertado un sentimiento racista y antinmigrante que ha estado aletargado en sectores recalcitrantes del nacionalismo y supremacía blanca.
A poco más de sesenta días para las elecciones, expertos anticipan una encarnizada batalla electoral entre demócratas y republicanos, especialmente durante los debates presidenciales.
Alfredo Miranda, Washington
akm/msf