Los efectivos kenianos, que forman parte de la misión internacional respaldada por la ONU para estabilizar Haití, comenzarán su retirada en octubre, en un momento en que la situación en Puerto Príncipe sigue siendo extremadamente frágil.
La salida se produce cuando aún persisten altos niveles de violencia y control de bandas armadas en la capital haitiana, lo que eleva la incertidumbre sobre el rumbo que tomará el conflicto interno.
Ante este escenario, autoridades, políticos y ciudadanos, han manifestado su inquietud por un posible desbordamiento del caos haitiano, que podría provocar oleadas migratorias irregulares y riesgos para la seguridad nacional.
República Dominicana, que comparte la isla de La Española con Haití, ha sido históricamente impactada por las crisis políticas, económicas y sociales de su vecino.
El gobierno no descarta reforzar las medidas de control en la zona fronteriza si la situación en Haití se agrava tras el retiro de la misión keniana.
Stephanie Andújar, Santo Domingo.
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