Las fuerzas iraníes desactivaron el viernes una bomba colocada en una zona residencial de Zahedan, capital de la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán, cerca de la frontera con Paquistán, anunció el sábado el comandante de la Policía local, el general Mohamad Qanbari.
El dispositivo casero, explicó, estalló alrededor de las 02:30 (hora local) en Zahedan y solo causó daños materiales. Las autoridades procedieron a evacuar el área ante la amenaza de una segunda explosión.
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Los artificieros encontraron otra bomba cerca de la escena del primer suceso, que había sido puesta en una olla a presión llena de material explosivo, pero consiguieron desactivarla, agregó, antes de señalar que “sin lugar a dudas, la bomba habría provocado víctimas, si hubiera estallado”.
Sin lugar a dudas, la bomba habría provocado víctimas, si hubiera estallado”, dice el comandante de la Policía de la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán, el general Mohamad Qanbari.
Hasta el momento, ningún grupo o individuo ha reivindicado la autoría de los atentados. No obstante, dos personas han sido detenidas en relación con los referidos complots.
Las zonas fronterizas de Sistán y Baluchistán son escenario desde hace años de numerosos ataques de bandas narcotraficantes y milicias radicadas en el suelo paquistaní.
El pasado febrero, 27 miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán murieron y otros 13 resultaron heridos en actos de terroristas en las ciudades de Zahedán y Jash, en Sistán y Baluchistán.
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Por su parte, la República Islámica de Irán ha criticado una y otra vez a Islamabad por no actuar con dureza frente a estos grupos terroristas, incluido la banda Yeish Al-Adl, que siempre huyen a Paquistán tras lanzar sus ataques.
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