En los últimos años, Irán ha logrado notables avances en la fabricación de equipos militares, incluidos los sistemas de defensa aérea, pese a las sanciones impuestas en su contra, y de este modo ha conseguido ser autosuficiente en la producción de equipos y sistemas militares esenciales para su sistema defensivo.
Teherán ha declarado en repetidas ocasiones que su poder militar es de naturaleza defensiva y no representa una amenaza para otros países.
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