La decisión se ha producido a consecuencia de la tensa situación vivida en los últimos días, en la frontera de ambos países.
El mandatario colombiano, se ha referido a las deportaciones de los colombianos desde Venezuela de la siguiente manera: “es un comportamiento inaceptable, es indigno y así se lo hemos dicho al gobierno venezolano”.
A su vez, el presidente Santos, ha añadido que había instruido a la canciller María Ángela Holguín, a que convocase una reunión extraordinaria de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), porque “queremos contarle al mundo, comenzando por Unasur, lo que está sucediendo (en la frontera), porque eso es totalmente inaceptable”.
Estas declaraciones son a raíz de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha decretado el sábado estado de excepción constitucional durante 60 días en varios municipios en la frontera con Colombia.
La medida fue adoptada después de que Maduro ordenara la noche del miércoles el cierre de la frontera con Colombia por 72 horas en Táchira, tras un ataque de desconocidos con saldo de tres militares y un civil herido.
Ante esta iniciativa, Santos, llamó a colaborar con Caracas para frenar la inseguridad fronteriza e indicó que el cierre del paso no coadyuvaría a restablecer la seguridad en la zona.
Sin embargo, el Gobierno de Caracas insiste en que la frontera permanecerá cerrada hasta que se restablezca la estabilidad en la región.
Por su parte, Unasur, a través de su secretario general, Ernesto Samper, ha mostrado su confianza que estos dos países vecinos puedan solventar su problema fronterizo.
Según fuentes colombianos hasta el momento hay más de 1090 deportados de esta nacionalidad en la frontera con Venezuela, y un estimado de entre 5000 y 6000 repatriados voluntariamente tras el estado de excepción decretado el viernes por el presidente Maduro en un sector de la frontera.
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