"Tengo la seguridad de que el plebiscito va a pasar en la Corte Constitucional, pero si ellos deciden que no sea plebiscito sino consulta popular, no tengo ningún problema. Como se dice, no importa si el gato es negro o blanco, lo importante es que cace ratones. En este caso, lo que me preocupa es que el pueblo pueda decir sí o no. Lo que sí no puede ser es que el proceso tuviera que comenzar de nuevo”, expresó esta semana el mandatario al diario El Espectador.
El jefe negociador de las FARC, 'Iván Márquez', afirmó también esta semana que la guerrilla considera necesario refrendar los acuerdos mediante consulta popular, y no a través del plebiscito.
Tengo la seguridad de que el plebiscito va a pasar en la Corte Constitucional, pero si ellos deciden que no sea plebiscito sino consulta popular, no tengo ningún problema. Como se dice, no importa si el gato es negro o blanco, lo importante es que cace ratones. En este caso, lo que me preocupa es que el pueblo pueda decir sí o no. Lo que sí no puede ser es que el proceso tuviera que comenzar de nuevo”, expresó esta semana el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al diario El Espectador.
El alto tribunal contempla esta posibilidad, considerada por algunos analistas como la herramienta indicada, en contra de la postura de la Fiscalía colombiana, que quiere que se declare "inexequible" el plebiscito ya que considera que la firma de los acuerdos de paz es una facultad exclusiva del presidente que no debe estar condicionada.
La diferencia entre ambas es significativa: para el plebiscito sólo se necesita que participe en la votación el 13 por ciento de la población electoral, (4,5 millones), mientras en la consulta popular -herramienta que prefiere la guerrilla-, se requiere que participe la tercera parte de la población, (12 millones). Finalmente la Corte Constitucional tiene que decidir si el acuerdo de paz se refrendará con una u otra herramienta.
El pasado 26 de mayo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, pidió a la Corte Constitucional que autorice el plebiscito propuesto por él sobre el acuerdo de paz que su Gobierno negocia con la guerrilla para que sea el pueblo el que tenga la última palabra.
Sin embargo, el expresidente Álvaro Uribe, inició el pasado sábado la recolección de firmas para sabotear el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC.
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