La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, ha acusado al Gobierno estadounidense de instrumentalizar el caso de la seguridad nacional para anular sin ninguna razón los visados de estudiantes chinos.
Tras aseverar que este enfoque perjudica los intercambios académicos normales y la cooperación educativa entre los dos países, la diplomática ha anunciado que China ha presentado una querella a Estados Unidos.
“Esta política discriminatoria demuestra la mentira de la llamada ‘libertad y apertura’ que Estados Unidos defiende”, ha criticado instando a Washington a adoptar medidas prácticas para preservar los derechos e intereses legítimos de los estudiantes extranjeros, incluidos los chinos.
Por medio de un comunicado divulgado el miércoles, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció la decisión de este país de iniciar el proceso de revocación de las visas de los estudiantes chinos, incluidos a los que estén vinculados con el gobernante Partido Comunista de China o que estudien en campos sensibles de la ciencia y la tecnología.
Al respecto, afirmó que el Departamento de Estado colaborará con el de Seguridad Nacional para poner en marcha este plan. Además, informó que se revisarían los criterios de las solicitudes de visado de estudiantes provenientes de China y Hong Kong.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ya había avisado en abril que inspeccionaría la actividad de algunos solicitantes de visado en redes sociales para detectar “actividad antisemita y acoso físico a personas judías”.
El sitio web Politico informó, por su parte, el 27 de mayo que el Gobierno estadounidense había suspendido el proceso de programación de entrevistas para los estudiantes solicitante de visados para poder monitorear la actividad de los usuarios en las redes sociales.
En marzo, Rubio confirmó la cancelación de más de 300 visas a estudiantes, como parte de la cacería desatada por Washington contra académicos y universidades que han condenado el genocidio en Gaza.
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