“Las acciones socavan los principios del mercado económico y las normas comerciales internacionales y dañan gravemente los intereses de las instituciones y entidades chinas”, ha reprochado este viernes el portavoz de la Cancillería de China, Wang Wenbin, en una conferencia de prensa.
El Senado de Estados Unidos aprobó el jueves una ley que prohíbe las importaciones procedentes de Xinjiang, pretextando condiciones de trabajo forzoso en esta región china.
Wang ha lamentado que esa medida muestra que el Gobierno estadounidense no tiene escrúpulos a la hora de intentar hundir a China como sea.
Asimismo, ha trasladado que Pekín rechaza contundentemente esta decisión y ha instado a “corregir el error” cuanto antes.
El mismo jueves, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que añadió a compañías chinas de biotecnología a su lista negra de empresas señaladas por violaciones a los derechos humanos, al acusarlas de vigilancia de alta tecnología a la minoría uigur.
China acusa a las autoridades de EE.UU. de “mentir descaradamente” sobre las minorías étnicas mientras olvidan “sistemáticas discriminaciones” en su suelo.
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