El machi reivindica que el Estado le permita ejercer una espiritualidad que hasta ahora se le niega y solicita remitirse a su rehue, lugar de significación y referencia espiritual, el que debe alternarse físicamente para revitalizar su práctica devocional.
Iglesias como la anglicana, metodista, y de la comunidad islámica de Chile, así como organismos de derechos humanos han visitado al machi.
Pese al énfasis del llamado a la no violencia del machi, ha recibido amenazas de muerte al interior de la cárcel de Temuco.
Conforme pasan los días, la salud del machi se deteriora irreversiblemente, señal que sus allegados interpretan como desidia al no ser considerado su petitorio.
Manuel Arismendi, Temuco
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