Mientras estaba de visita el papa Francisco en Chile, la Corporación de Fomento a la Producción, CORFO, llegó a un acuerdo con la minera SQM, para explotar hasta 2030 los yacimientos de litio de que dispone Chile. Aunque el acuerdo se presenta como beneficioso para el país, es impugnado por parlamentarios y sectores de la sociedad civil.
La empresa SQM es a Chile, como Odebrecht a Brasil: ha pagado sobornos a políticos de derecha y centroizquierda. Es la principal fuente corruptora de la política chilena. Incluso los fiscales le buscan acuerdos beneficiosos.
Esta protesta exige acabar con el acuerdo, que califican de corrupto y, además, renacionalizar los yacimientos de litio para Chile.
Todo ocurre en ausencia de un debate nacional sobre el futuro del estratégico mineral.
Esta manifestación que exige una industria nacional del litio, fue reprimida de inmediato por la policía en Santiago.
Chile, junto a Bolivia y Argentina acumulan casi el 85 % de las reservas mundiales del elemento, central para el futuro de la industria electrónica en el mundo.
Leonel Retamal, Santiago.
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