Las manifestantes aseguran que la posible victoria de Lula da Silva en las urnas puede fortalecer la lucha por los derechos de las féminas.
Son 82 millones de votantes y conforman el 53 por ciento del electorado de Brasil. Como una mayoría de cara a las elecciones presidenciales de octubre, han salido a las calles para llamar la atención ante la crisis económica, la hambruna y el aumento del hambre en el país.
Para las mujeres, el responsable de lo que pasa hoy en Brasil, es el Gobierno de Jair Bolsonaro. Lamentan que el presidente ultraderechista destinó, en 2022, el menor recurso de los últimos cuatro años a políticas de combate a la violencia contra las mujeres. Y para cambiar esta situación, luchan para el ascenso al poder del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Las manifestantes recuerdan con satisfacción los distintos proyectos que el expresidente de izquierda presentó a favor de las mujeres, durante sus anteriores mandatos. Pero, también dicen que están alarmadas por los continuos ataques de Bolsonaro, al sistema electoral del país.
Los movimientos de mujeres, las centrales sindicales, y los diversos movimientos sociales que organizaron la marcha, aseguran que se mantendrán en la calle hasta el 2 de octubre, cuando Brasil, tiene una oportunidad para cambiar el rumbo del país.
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