El ya exministro —exjuez del caso Lava Jato que encarceló, sin pruebas, al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva — dimitió luego de que el mandatario Jair Bolsonaro destituyera el jueves al director general de la Policía Federal (PF), Mauricio Valeixo, mano derecha de Moro.
Ante la decisión del presidente brasileño, Moro convocó una conferencia de prensa para explicar los motivos de abandonar el puesto en la que dijo que Bolsonaro había incurrido en “interferencia política” al echar a Valeixo, pedir informes de inteligencia de la Policía Federal y no haber cumplido su palabra de garantizarle “carta blanca” para luchar contra la corrupción.
“Presidente, no tengo problema en cambiar al director general, pero necesito una causa (…) El gran problema es por qué cambiar y permitir que se realice una interferencia política en el seno de la PF”, apostilló Moro.
Según el extitular de Justicia, Bolsonaro destituyó a Valexio porque quiere una persona dentro de la Policía Federal que le pueda brindar informaciones. “Y realmente ese no es el papel de la PF, las investigaciones tienen que ser preservadas”, apuntó.
Moro también dijo que la decisión del mandatario respecto al jefe de la PF se debe a sus preocupaciones por la investigación del Tribunal Supremo Federal de una manifestación antidemocrática en la que Bolsonaro exigió el cierre del Congreso y del máximo órgano judicial.
Se intensifica crisis política en Brasil
Con la renuncia de Moro, la tensión aumenta contra la Administración de Bolsonaro, que la semana pasada despidió al ministro de Sanidad, Luiz Henrique Mandetta, por no estar de acuerdo con el confinamiento como medida contra la expansión de la COVID-19.
Además, de acuerdo con el diario local Folha de S. Paulo, una de las opciones sobre la mesa de la cúpula militar es el retiro del apoyo al actual presidente, tanto por su decisión contra Moro como por su gestión ante el coronavirus, que suma más de 51 000 casos confirmados de contagio y 3400 muertes.
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