• El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ofrece un discurso ante sus simpatizantes en Santana do Livramento (sur), 19 de marzo de 2018.
Publicada: sábado, 24 de marzo de 2018 7:04

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) asegura que está ‘más motivado’ que nunca para demostrar su ‘inocencia’ y seguir con su carrera política, después de que se salvara de forma temporal de la cárcel por decisión del Supremo Tribunal Federal (STF).

Tras la divulgación de la decisión del STF de aplazar hasta el 4 de abril el juicio del habeas corpus, solicitado por la defensa para evitar su encarcelamiento, Lula habló el viernes con sus simpatizantes en Palmeira das Missoes, municipio en el estado brasileño de Río Grande do Sul, y les aseguró que aunque está más viejo, está “más motivado” que nunca para seguir con su carrera política.

La máxima corte del país también dio una tregua a Lula y dictó una cautelar que impide que el expresidente sea encarcelado hasta que el pleno del Supremo se pronuncie sobre el habeas corpus preventivo, aunque el antiguo dirigente sindical evitó realizar comentarios al respecto.

Tras reiterar que ha sido “víctima” de una “mentira” promovida por los medios brasileños de comunicación y algunos sectores judiciales, el aspirante a la Presidencia de Brasil enfatizó que “solo” quiere justicia.

“Yo no soy mejor que nadie. La única cosa que quiero es que los jueces se entreguen al mérito de mi proceso”, sostuvo el exmandatario durante el acto celebrado en el marco de una gira por el sur del país.

Yo no soy mejor que nadie. La única cosa que quiero es que los jueces se entreguen al mérito de mi proceso”, sostuvo el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.

 

Lula señaló que quiere ser candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, aunque el Tribunal Superior Electoral en segunda instancia, podría poner fin a su carrera electoral.

El líder izquierdista prometió que acatará los resultados, sean los que sean, contrario a lo que hicieron los rivales, que apartaron del poder a su correligionaria Dilma Rousseff en 2016, por unas irregularidades en las cuentas públicas.

Lula fue condenado en 2017 a nueve años y medio de prisión por aceptar presuntamente un apartamento de lujo de una constructora involucrada en los sobornos a políticos del caso Petrobras. El líder socialista, que aspira volver a gobernar el país, asegura que no existen pruebas en su contra y cuestiona la imparcialidad de los jueces que trataron su caso hasta ahora, acusándolos de querer sacarlo de la disputa electoral.

En cualquier decisión de los tribunales, Lula da Silva no se libraría de la inhabilitación que impone la justicia electoral a los candidatos condenados en segundo grado.

ask/rha/hnb