El lunes, diferentes ciudades bolivianas, como La Paz y Cochabamba, fueron escenario de nuevas movilizaciones callejeras contra el gobierno de facto instalado por la senadora Jeanine Áñez, tras la renuncia de Morales el 10 de noviembre para “preservar la paz en su país”.
El diario local Los Tiempos informó de que los uniformados utilizaron “agentes químicos” para dispersar a los manifestantes y reporta el registro de “explosiones de dinamita” durante las protestas populares. La represión dejó varios heridos y una treintena de detenidos, conforme al medio.
Los efectivos policiales lanzaron gas lacrimógeno contra centenares de cocaleros en La Paz (capital administrativa) que marchaban para exigir la renuncia de la autoproclamada presidenta del país andino, Áñez, militante del partido de derecha Movimiento Demócrata Social. La Policía, asimismo, atacó con gas a los ciudadanos que intentaban ingresar a Cochabamba para unirse a las protestas.
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Una manifestante declaró a la agencia francesa de noticias AFP que los agentes de seguridad “engañaban” a los manifestantes que querían llegar hasta Cochabamba, diciéndoles que dejarían pasar primero a las mujeres: “A nosotras gas y a ellos, los hombres que se quedaron detrás esperando que pasáramos, bala”, denunció.
A nosotras gas y a ellos, los hombres que se quedaron detrás esperando que pasáramos, bala”, indicó una manifestante que decía cómo los agentes de seguridad “engañaban” a quienes querían llegar hasta Cochabamba, diciéndoles que dejarían pasar primero a las mujeres.
Otra manifestante, identificada como Leonor González, a su vez, sostuvo que “nos han discriminado a las mujeres de polleras, nos han pisoteado nuestra bandera, nuestra whipala. Y no nos dejan entrar a la ciudad. Nos revisan todo, como si fuera una frontera”.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, desde que se rompió el hilo constitucional en Bolivia, 25 personas han sido asesinadas y más de 125 han resultado gravemente heridos.
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Adriana Salvatierra, dimitida presidenta del Senado de Bolivia del Movimiento Al Socialismo (MAS), comparó el domingo los 13 años del Gobierno de Morales con los cuatro días del Gobierno de Áñez, cuyas características semejan a una dictadura.
Dijo que en los últimos tres mandatos del primer mandatario indígena de Bolivia desde 2006, “jamás se veían militares en las calles reprimiendo al pueblo, jamás se veían tanques en las plazas principales de la ciudad o no se vio desplegar aviones para atacar comunidades para sembrar el miedo (…) No existió el desabastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar. (Ahora) Los mercados están prácticamente vacíos”, denunció.
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