Unos 6 mil rohingyas que se encuentran en un campo improvisado en tierra de nadie, están en la primera fila de la lista para ser repatriados. Mohamed Ismail, jefe de la comunidad Rohingya, dice que ellos no quieren volver a sufrir la violencia. Denuncia que justo ahora están expuestos al hostigamiento de las fuerzas birmanas.
En total, unos 700 mil musulmanes rohingyas huyeron de sus hogares desde agosto pasado, donde enfrentaban la violencia extrema del Ejército birmano y de las milicias locales budistas. Informaron que soldados y turbas atacaron y asesinaron a los vecinos y quemaron sus aldeas.
Aunque siguen las tensiones en el estado birmano de Rajine (oeste), Bangladés y Myanmar han iniciado una serie de diálogos sobre modalidades de repatriación. El Gobierno bengalí ha ofrecido una lista para iniciar el proceso.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que no interviene en los diálogos, ha avisado que cualquier decisión de retornar debería basarse en la decisión y la voluntad de los refugiados.
ACNUR cree que las condiciones en el estado de Rajine aun no son las adecuadas para el retorno seguro y sostenido de los refugiados.
mhn/nii/