• La gente participa en una manifestación en la región de Al-Muzalaz Al-Samoud en vísperas de las elecciones en Baeréin, 11 de noviembre de 2022.
Publicada: sábado, 12 de noviembre de 2022 15:53

La gente y los grupos de derechos civiles de Baréin han denunciado el “clima represivo” que domina el país en medio de las elecciones de este sábado.

Los manifestantes tomaron las calles en la localidad costera de Dumistán durante la noche del viernes, portando fotografías del clérigo prominente de Baréin, el ayatolá sheij Isa Ahmad Qasem, disidentes políticos encarcelados y personas muertas a manos de las fuerzas del régimen Al Jalifa.

Expresaron su solidaridad con los presos políticos y activistas encarcelados y llamaron a personas de todos los estratos sociales a no votar en las elecciones parlamentarias y municipales del 12 de noviembre.

En Abu Saiba y Shajura, los grupos de manifestantes pidieron un boicot electoral e insistieron en una transición de la monarquía a un gobierno del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo, y una nueva constitución.

En otra marcha similar en la región de Al-Muzalaz al-Samud, los participantes exigieron también el boicot de las elecciones parlamentarias y una nueva constitución.

El régimen de Baréin ha celebrado hoy sábado los comicios en un ambiente que los grupos pro derechos humanitarios lo describieron como una “represión política” por excluir los principales grupos de oposición y tomar medidas enérgicas contra los disidentes.

El Instituto de Derechos y Democracia de Baréin, con sede en Londres (capital británica), tachó de “farsa” la votación y sostuvo que inclusión parece estar dirigida a personas que habían boicoteado las elecciones anteriores.

Esta elección no introducirá ningún cambio. Sin la oposición no tendremos un país sano”, ha afirmado Ali Abdulemam, un activista del mencionado instituto, en una entrevista concedida a la agencia de noticias francesa AFP.

 

En 2011, los bareiníes dieron inicio a masivas protestas pacíficas a favor de reformas políticas, pero el régimen de los Al Jalifa acabó sofocando violentamente el levantamiento popular con el apoyo de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El régimen de Manama responde con medidas represivas a las denuncias de los activistas y somete a juicios sumarios a los políticos y civiles opositores, denuncian diversos grupos pro derechos humanos, como la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

En el marco de esa política represiva, el rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Jalifa, ha ratificado una legislación que impide a los líderes de la oposición presentarse a las elecciones parlamentarias.

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