Wall Street Journal informó el martes citando a un alto funcionario bareiní que las autoridades israelíes habían llegado a un acuerdo con Manama para venderle a la pequeña monarquía del Golfo Pérsico aviones no tripulados (drones) y sistemas antidrones.
La fuente no especificó qué tipo de drones o sistemas antidrones pretende vender Israel al país árabe, conforme el pacto que, sin duda alguna, generará una ola de críticas y condena dentro de la sociedad bareiní, donde la mayoría se opone a cualquier cooperación con el régimen de ocupación.
El responsable de alto rango bareiní, quien hablaba bajo condición de anonimato, dijo también a Wall Street Journal que la agencia de espionaje israelí Mossad y el servicio de seguridad interna israelí Shin Bet han estado trabajando con Manama en los últimos meses para entrenar a sus oficiales de inteligencia.
La venta de drones y otros equipos militares probablemente forma parte de un acuerdo de seguridad firmado en febrero por el ministro de asuntos militares de Israel, Benny Gantz, con las autoridades bareiníes. El pacto, aumentaría, según Gantz, la cooperación de inteligencia y entrenamiento militar entre ambos lados.
Como era de esperar, el partido opositor bareiní Al-Wefaq tachó de “inválido, ilegal e ilegítimo” ese acuerdo y sostuvo que el régimen gobernante de los Al Jalifa no tiene autoridad para firmar tales pactos con Israel en nombre de la nación.
Manama normalizó lazos con Israel en agosto de 2020, en el marco de un acuerdo negociado por Estados Unidos. Esta polémica decisión ha convertido a Baréin en el cuarto país árabe, y el segundo del Golfo Pérsico, en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Egipto (1979) y Jordania (1994). Tras ello, Sudán y Marruecos firmaron también los pactos similares con el régimen de Tel Aviv.
El régimen de los Al Jalifa ha optado por cerrar los ojos ante la larga lista de crímenes que ha cometido y sigue cometiendo Israel contra los palestinos desde la creación de dicho régimen en 1948. Esta postura ha sido rechazada de manera tajante por buena parte de la nación bareiní, que considera la normalización de lazos con Israel una traición a su relación de larga data con los palestinos.
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