Los candidatos a la presidencia de Argentina cierran sus campañas electorales con fuertes discursos, en un último esfuerzo por atraer a los votantes en medio de una fuerte crisis económica y una polarización política que pudieran generar un giro inesperado para el país.
El candidato ultraderechista Javier Milei, quien es favorito en las encuestas, prometió que si llega al poder, hará que el país deje de ser tierra fértil para los políticos corruptos.
Milei, un economista que propone cambios drásticos como abandonar el peso y adoptar el dólar, además de otras medidas ultraconservadoras, se enfrenta a candidatos más moderados, como la también conservadora, Patricia Bullrich, y el actual ministro de economía Sergio Massa, quien se ha comprometido a luchar para resolver los problemas socio-económicos de la nación y no irse para atrás con el ajuste, la devaluación, la especulación, la violencia o el odio.
Mientras la candidata por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman, y el aspirante de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, han instado al pueblo a participar masivamente en los comicios para definir el destino de la nacion, la presidenciable de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, planteó la elección de este domingo, como una oportunidad histórica de cambiar y a su fuerza política como la única con poder político capaz de sostener un cambio.
En los comicios del 22 de octubre, también se renovarán 24 bancas del Senado y 130 de diputados nacionales y se elegirán varios alcaldes y gobernadores, entre ellos el de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país. Pero la gran pregunta de los ciudadanos es saber si el próximo domingo habrá un presidente que gane en primera vuelta o habrá que celebrar un balotaje en noviembre, si ningún candidato alcanza el 45 % de los votos o más de 10 puntos de diferencia, si supera el 40 %.
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