La multitud, convocada por movimientos sociales y partidos de izquierda, recorrió las principales calles de la ciudad hasta llegar a la céntrica Plaza de Mayo, para exigir al mandatario una alternativa al rescate del FMI y modificar su política económica.
El Gobierno argentino adoptó recientemente una serie de medidas para controlar la subida del dólar pero no consiguió detener la caída del peso y solicitó préstamo al FMI, éste a su vez, reclamó a las autoridades argentinas medidas de ajuste.
El miércoles, Macri dijo estar decidido a poner en práctica el ajuste fiscal que ha exigido el FMI y afirmó que la medida favorece al pueblo. Los argentinos, no obstante, recibieron el anuncio del presidente con dos jornadas consecutivas de protesta.
La diputada Victoria Donda expresó, a la agencia española de noticias Efe, que el FMI ha demostrado que cada vez que interviene un país este “termina quebrado, sin soberanía monetaria y con niveles de pobreza alarmantes”, y añadió que “España y Grecia lo saben muy bien”.
La parlamentaria advirtió de que si no se recupera la situación económica, el país “va a volver a tener otra crisis, va a volver a aumentar el dólar”, algo que derivará en “un aumento inflacionario más que ya soportan los sectores medios y bajos”.
Ayer jueves, la Plaza de Mayo albergó además otra protesta gremial, llamada la Marcha de las Antorchas, en la que docentes, estudiantes universitarios y científicos reclamaron un aumento del 25 por ciento del salario de las paritarias, al tiempo que exigieron soluciones a la precaria situación del sector educativo.
Los trabajadores del sector educativo denunciaron que la oferta salarial del Ejecutivo (el 15 por ciento) no se ajusta a la inflación, los altos costos y la crisis económica que enfrenta el país. Denunciaron además, los recortes del Gobierno de Macri en este sector y alertaron que la situación podría empeorarse si se acuerda con el FMI.
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