• Manifestantes critican los crímenes brutales de Al Saud frente a la embajada de Arabia Saudí en Washington, 25 de octubre de 2018. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 2 de noviembre de 2018 18:44

Amnistía Internacional (AI) censura el silencio de la comunidad internacional ante la brutalidad de Arabia Saudí en Yemen y dentro de su propio territorio.

La directora de campañas para Oriente Medio de la oenegé, Samah Hadid, ha llamado este viernes a los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a cumplir su deber y vigilar minuciosamente “la crueldad” cometida por el régimen saudí, tanto con sus súbditos como en sus brutales agresiones al pueblo yemení.

“La comunidad internacional tiene el deber de pedir cuentas al Gobierno saudí por sus incesantes violaciones de los derechos humanos en el país y en el conflicto de Yemen”, reclama la militante pro derechos humanos en un comunicado.

Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen, utilizando varios tipos de armas, incluidas las prohibidas, con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente al movimiento popular yemení Ansarolá.

Hadid arremete también en la nota contra los Estados miembros de la ONU por ignorar “voluntariamente” el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado saudí de la ciudad turca de Estambul, crimen que según afirmó el miércoles Omer Celik, portavoz del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), gobernante en Turquía, se perpetró por orden directa de “altas instancias” de la monarquía de los Al Saud.

La comunidad internacional tiene el deber de pedir cuentas al Gobierno saudí por sus incesantes violaciones de los derechos humanos en el país y en el conflicto de Yemen”, reclama Samah Hadid, directora de campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional (AI).

 

“La espantosa muerte de Jamal Khashoggi mostró hasta dónde pueden ir las autoridades saudíes en su represión de cualquier oposición pacífica, una represión que no ha hecho más que aumentar desde que Muhamad bin Salman al Saud se convirtió en príncipe heredero”, sostiene la directiva de AI.

Aunque Riad asegura que Khashoggi murió de forma accidental en una pelea, fuentes policiales turcas consideran que el periodista fue asesinado por orden directa del príncipe heredero saudí.

Muchos grupos pro derechos humanos esperan que el caso Khashoggi sea la gota que colme el vaso de la paciencia del mundo ante la impunidad de Bin Salman, que si en un principio se hizo célebre por sus reformas ahora se ha ganado fama de criminal, debido a su importante papel en la agresión saudí a Yemen (2015), en la gigantesca purga de príncipes del reino de 2017 y en el “secuestro” el mismo año del premier libanés, Saad Hariri.

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