Hasta el momento, ni Arabia Saudí ni sus aliados han anunciado oficialmente los costes de dicha agresión militar. Cuando se inició la guerra, Riad esperaba gastar 175 millones de dólares al mes y poner fin a los ataques en cinco meses, pero seis meses después del inicio del conflicto la revista Forbes estimó los costes en 725 mil millones de dólares y, después, la Universidad de Harvard, de EE.UU., calculó que Riad gastaba más de 200 millones de dólares al día.
Los expertos han dado algunas cifras analizando los datos existentes. Por ejemplo, han calculado los costes de los ataques aéreos, comparando el número de ataques anunciados por Riad y el gasto de cada ataque aéreo en Siria y en Irak o el monto del comercio de armas entre Riad y otros países.
Los cálculos no son precisos, porque oscilan de entre 20 a 700 mil millones de dólares. La cifra en la que coinciden los expertos locales alcanza los 120 mil millones en tres años, según el periódico británico Financial Times.
Dichas cifras solo muestran los gastos militares, pero no se limitan a estos. La guerra ha provocado serios problemas económicos en el reino árabe, de forma que los análisis hablan de la ofensiva como de un “desastre” para Riad.
Arabia Saudí es, además, responsable de indemnizar los daños infligidos a Yemen, al tiempo que también cuenta con gran número de bajas en sus filas y ve cómo su máquina militar ha quedado inservible: cientos de tanques y vehículos blindados, aviones y barcos destruidos.
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