La agencia francesa de noticias AFP ha anunciado este viernes que el canciller saudí hizo esa petición durante el encuentro que mantuvo el jueves con su homólogo estadounidense, John Kerry, en Riad, capital saudí.
Al-Faisal “subrayó la necesidad de proporcionar los medios militares necesarios para hacer frente a este desafío (EIIL) en el suelo”.
El canciller saudí, cuyo país forma parte de la coalición anti-EIIL, mostró su descontento por el creciente papel de Irán en la lucha contra el terrorismo en Irak, donde los asesores militares persas han jugado un rol relevante en la liberación de varias ciudades.
Al-Faisal acusó a Irán de tratar de “apoderarse” de Irak a través de su ayuda a Bagdad y, al hilo de este argumento falso y sin fundamento, agregó que “Tikrit es un excelente ejemplo de lo que nos preocupa”.
El jefe de Diplomacia saudí se refirió a la presencia del general persa Qasem Soleimani, comandante de las Fuerzas de Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), en la operación del Ejército iraquí para liberar la provincia central de Salah al-Din y su capital, Tikrit.
Los comentarios de Al-Faisal están muy lejos de la realidad ya que Irán no ha desplegado soldados en el territorio iraquí y solo brinda asesoramiento militar al Gobierno de Bagdad.
Las autoridades iraquíes han agradecido en numerosas ocasiones el apoyo de Teherán en su lucha contra Daesh mientras han criticado la lentitud de la ayuda de Occidente y de los Estados árabes en este combate.
La postura de Riad es incluso contraria a la de su aliado, Estados Unidos, cuyo el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey calificó de "positivo" la participación de Irán en la operaciones iraquíes destinadas a liberar Tikrit.
La agencia de noticias británica Reuters precisó el miércoles que Irán desempeña un papel más efectivo que Estados Unidos en la lucha contra el EIIL y aseguró que “Tikrit es el ejemplo más claro de cómo Teherán, en lugar de Washington, está ahora jugando un papel más importante en el campo de batalla”.
De cualquier manera, las declaraciones de Al-Faisal ponen de relieve que Arabia Saudí, donde reina la ideología extremista del wahabismo, no está preocupado por la expansión del radicalismo y terrorismo, sino por la creciente influencia de Irán en la región y su rol pionero en la lucha contra esos flagelos.
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