Por otra parte, Nayibolá Kamawal, jefe del centro hospitalario de la provincia de Nangarhar, cuya capital es Yalalabad, ha señalado que el número de víctimas mortales se sitúa en 36 personas.
El atacante, que iba a bordo de una bicicleta, se ha hecho estallar delante de un banco en momentos en que los empleados gubernamentales se disponían a cobrar sus sueldos, según ha asegurado el jefe de la Policía de Nangarhar, Fazal Ahmad Shirzad.

Inmediatamente después del ataque, el portavoz del grupo Talibán, Zabiholá Moyahed, ha negado cualquier tipo de implicación de los talibanes en este incidente.
Sin embargo, momentos después, Shahidolá Shahid, portavoz del grupo armado paquistaní Tahrik Talibán Paquistán (TTP), que es leal al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), ha reivindicado la responsabilidad del atentado.
Shahid ha anunciado la autoría de esta tragedia en línea y a través de mensaje de texto a los medios de comunicación, al identificar al kamikaze como Abu Mohamad Jurasaní.
El ataque ha sido condenado por el presidente afgano, Ashraf Qhani, los Ministerios del Interior y de Defensa, el Parlamento del país centroasiático y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Horas después del mencionado atentado, ha explotado otra bomba a las afueras de Yalalabad, suceso en el que una persona ha perdido la vida y dos más han resultado heridas.
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