La llegada de Donald Trump al poder en EE.UU. abrió un nuevo capítulo en la política israelí, y la nueva decisión de construir viviendas en la ocupada Cisjordania es solo una muestra de estas medidas, declaró el miércoles el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, durante una sesión de control en el parlamento israelí.
"Vamos a hacer muchas cosas de manera diferente después de que Israel haya sufrido durante los ocho años de presidencia de Barack Obama la política de ni un ladrillo", sostuvo.
Vamos a hacer muchas cosas de manera diferente después de que Israel haya sufrido durante los ocho años de presidencia de Barack Obama la política de ni un ladrillo", sostuvo el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
Dos días después de que se entrevistara con Trump y ambos acordaran mantener una reunión en febrero en Washington (capital estadounidense), Netanyahu autorizó la edificación de 2500 unidades ilegales en Cisjordania, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Por su parte, el ministro israelí de asuntos militares, Avigdor Lieberman, al destacar la medida expansionista, afirmó que "volvemos a una vida normal en Cisjordania".
Los palestinos, la Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre otros, se apresuraron a condenar la medida y expresaron su preocupación por el avance de las políticas de colonización israelíes, que amenazan la viabilidad de la solución de los dos Estados, en la que trabaja la comunidad internacional.
El 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) aprobó la resolución 2334 en contra de las colonias, gracias a la abstención de EE.UU. Sin embargo, la llegada de Trump a la Casa Blanca ha supuesto un giro en la postura de Washington, pues el nuevo presidente estadounidense ha manifestado su simpatía hacia el régimen de Israel.
mkh/anz/aaf/rba