“Expresamos nuestra solidaridad con los movimientos de Resistencia en Siria, Irak, Palestina y en la región [Asia Occidental] y hacemos hincapié en que estamos junto a ellos en la postura y en el campo de batalla”, ha declarado este sábado el miembro de la Oficina Política del movimiento popular yemení Ansarolá, Ali al-Qahum, en una entrevista con la cadena libanesa Al Mayadeen.
El viernes, Estados Unidos llevó a cabo una serie de bombardeos en varias áreas de Irak y Siria, en lo que describió como una “respuesta” al ataque contra su base en Jordania, donde murieron tres miliares estadounidenses.
El Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que las fuerzas militares estadounidenses habían atacado más de 85 objetivos en Irak y Siria utilizando 125 “municiones de precisión”.
En los ataques de las fuerzas estadounidenses contra las regiones de Al-Qaim y Akashat, en el oeste de Irak, tres personas perdieron la vida y otras 11 resultaron heridas.
Asimismo, la operación militar de Estados Unidos contra las ciudades Al-Mayadeen y Abu-Kamal, en el este de Siria, dejó 10 muertos y 18 heridos.
En este contexto, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Irak, Yahya Rasul, denunció que los ataques de Estados Unidos constituyen “una violación a la soberanía iraquí”.
El miércoles, un representante del de Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataeb Hezbolá) advirtió de que la Resistencia iraquí está lista para responder a las amenazas del presidente “demente” de EE.UU., Joe Biden, y cuenta con “armas de largo alcance no declaradas” que pueden atacar cualquier base estadounidense en la región.
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