En un informe publicado el viernes, la ONG Save the Children denunció que casi un civil murió o resultó herido cada hora en Yemen en enero, lo que convirtió el mes pasado en el más mortífero desde 2018.
De hecho, entre el 6 de enero y el 2 de febrero, más de 200 adultos y 15 niños murieron, y 354 adultos y 30 niños resultaron heridos, reza la nota que anuncia también que el número de bajas civiles en enero fue casi el triple del promedio mensual de 209 bajas en 2021.
“Durante mucho tiempo, los niños han sido los más afectados por la continua violencia en Yemen, y su sufrimiento se ha visto agravado por un insoportable silencio y abandono a nivel mundial”, ha denunciado la directora de Save the Children para el país árabe, Gillian Moyes.
La oenegé también avisa que la escalada de conflicto en el país árabe en enero infligió considerables daños a la infraestructura civil, incluidas las instalaciones sanitarias, una escuela, la infraestructura de telecomunicaciones, una prisión y una instalación de agua.
Por todo, el organismo ha urgido a los agresores el cumplimiento del derecho Internacional y la protección de las poblaciones civiles y la infraestructura civil.
Pese a las advertencias lanzadas a nivel internacional, Riad y sus aliados mantienen desde 2015 una agresión brutal contra Yemen e impiden la llegada de ayuda humanitaria a Yemen, en el marco del asedio impuesto al país empobrecido.
Además, la ‘coalición’ saudí ha empleado en varias ocasiones bombas de racimo y otras municiones prohibidas contra blancos civiles en diferentes partes de Yemen.
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