El portavoz del Ejército de Yemen, Yahya Sari, ha anunciado este martes la liberación de los distritos de Al-Yuba y Yabal Murad, ambos situados en la provincia de Marib (centro-oeste), con una extensión territorial de 1100 kilómetros cuadrados, en el marco de la segunda fase de la operación “Primavera de la Victoria”.
De hecho, las fuerzas yemeníes han liberado todos los distritos de la provincia estratégica de Marib excepto Al-Wadi y la homónima ciudad de Marib, tal como ha señalado Sari.
Según el vocero, la defensa aérea yemení respondió 86 veces a agresiones de aviones de combate enemigos, mientras la unidad de misiles realizó 47 operaciones, atacando 31 blancos enemigos en los territorios ocupados de Yemen y 16 puntos de profundidad en el reino árabe.
Asimismo, ha confirmado que, en la segunda fase de la referida operación, más de 200 mercenarios murieron y más de 550 resultaron heridos. Es más, las fuerzas del país árabe también se apoderaron de varias cantidades de armas.
Por todo ello, ha aconsejado a los mercenarios saudíes activos en Marib a dejar de luchar en el frente contra la nación yemení, y ha alertado al reino árabe que “su guerra no es solo inútil, sino también un [supone un] crimen y una agresión que terminará en su [propia] humillación y derrota”.
Marib se ha convertido en el centro de las operaciones del Ejército de Yemen desde el año pasado, y su reconquista allana el camino para nuevas victorias militares de las fuerzas yemeníes.
Es más, su reconquista asestará un duro golpe a la llamada coalición saudí, ya que se considera el último bastión norteño de las milicias leales al prófugo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, que lo utilizan como un muro para bloquear los avances del Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular Ansarolá hacia las provincias de Hadramaut (sureste) y Shabwa (este), ricas en petróleo.
Riad y algunos de sus aliados han lanzado una guerra devastadora contra Yemen desde 2015 con el objetivo de restaurar en el poder a Mansur Hadi y aplastar a Ansarolá, objetivo que no ha podido materializar, pese al apoyo integral que recibe de parte del Occidente.
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