Los ataques de drones y bombardeos del Ejército de Yemen contra instalaciones militares y otras infraestructuras de Arabia Saudí continuarán, mientras Riad siga adelante con la agresión.
El último ataque de represalia de las fuerzas yemeníes se produjo el lunes, cuando drones K-2 bombardearon la base militar Malik Khalid, situada en la ciudad de Khamis Mashith, capital de la provincia saudí de Asir (suroeste).
Arabia Saudí confirmó los ataques y reconoció que causaron grandes daños. El Ejército yemení asegura que estas ofensivas son sólo el principio, si Riad continúa la guerra.
En los últimos días, las fuerzas yemeníes han repelido numerosas incursiones de los militares y mercenarios de Riad. Según medios yemeníes, numerosos vehículos militares saudíes fueron destruidos y un número indeterminado de tropas han muerto en enfrentamientos en el desierto fronterizo de Najran, suroeste de Arabia Saudí.
Este niño es la última víctima de los bombardeos indiscriminados de Arabia Saudí y sus aliados contra los yemeníes, ante la mirada silente e inmutable de la comunidad internacional.
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