El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) alertó que las incursiones israelíes y la matanza de los palestinos atizarán el fuego de la Intifada palestina.
Las fuerzas israelíes atacaron este sábado, otro campamento de refugiados palestinos, situado en la gobernación de Ariha (Jericó), en la Cisjordania oriental, luego de haberlo asediado durante una semana entera. Los uniformados, según los testigos, comenzaron a disparar indiscriminadamente contra todas las viviendas, ubicadas desde la misma entrada del campamento, como si sus residentes fueran criminales. La operación terminó con al menos 10 palestinos heridos, varios detenidos y casas destrozadas.
La misma jornada del sábado, cientos de personas participaron en los actos fúnebres de un joven palestino, que resultó herido el día anterior, como consecuencia de disparos de las fuerzas israelíes. HAMAS prometió intensificar la Intifada.
El Gobierno palestino también advirtió de las consecuencias de los crímenes que comete Israel a diario, en los territorios ocupados. Irán, a su vez, cuestionó los alegatos pro derechos humanos que pretende sustentar el régimen de Tel Aviv, un aliado de países occidentales en la región.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que las medidas israelíes de castigo colectivo, incluidos los desalojos forzosos punitivos y las demoliciones de casas, están expresamente prohibidas por el derecho internacional humanitario y son incompatibles con las disposiciones de los derechos humanos válidas en todo el mundo. Israel, no obstante, hace caso omiso a estas denuncias ante el silencio cómplice de ciertos países occidentales y árabes.
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