La operación militar turca, lanzada el pasado sábado, tiene como objetivo eliminar “los elementos terroristas” en la ciudad de Afrin (noroeste de Siria) para la seguridad nacional de Turquía, afirma Ankara en un comunicado de la oficina de la Presidencia turca, que da cuenta de la conversación entre los dos mandatarios.
La nota turca, según recoge la agencia británica de noticias Reuters, precisa que Erdogan ha defendido que la ofensiva en suelo sirio se realizó sobre la base del derecho internacional.
Por su parte, Trump ha instado a Ankara a “limitar sus actividades militares” en Afrin contra las milicias kurdas —apoyadas por EE.UU.— y a “evitar víctimas civiles y el aumento de desplazados y refugiados”, precisa un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
El jefe de Estado norteamericano también ha solicitado a su par turco “ejercer precaución y evitar acciones que puedan poner en riesgo un conflicto entre fuerzas turcas y estadounidenses”.
(EE.UU. pide a Turquía) ejercer precaución y evitar acciones que puedan poner en riesgo un conflicto entre fuerzas turcas y estadounidenses”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Luego de afirmar que Washington y Ankara deben “centrarse en el objetivo común” de erradicar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) de Siria, Trump ha expresado su interés en ampliar las cooperaciones con Turquía con el fin de “abordar las legítimas preocupaciones de seguridad” del país euroasiático.
La llamada ‘Operación Rama de Olivo’ busca expulsar del distrito de Afrin a los combatientes de las YPG, que según Ankara, están asociados con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), al que considera “terrorista”.
Esta ofensiva que ha segado la vida de al menos 260 combatientes de las YPG, estalló en medio de revelaciones sobre el plan estadounidense de formar y entrenar en Siria a un nuevo ejército compuesto por 30.000 milicianos kurdo-árabes; un proyecto que ha indignado al Gobierno turco.
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